Descubriendo la verdad (libre)

Bajé a mi sótano, como decía en la nota que había encontrado en mi chamarra. No recordaba a nadie dejarla allí, pero me daba curiosidad. Comencé a revolver todo el lugar en busca de algo interesante.

Queria hablar con Damon de lo que habia pasado en el cementerio el otro dia, asi que me dirigí a su casa y piqué a la puerta levemente.

Me escabullí por la ventana, de la casa Salvatore, venía de paso y cuando escuché el sonida de la puerta me convirti en un lindo gato blanco.
Me paseé por esa casa, que parecía inmensa en esta forma...

Subí a abrir la puerta y me detube con la mano en la perilla, sentía la presencia de alguien mas, aparte de Bonnie que estaba en la puerta, claro. Eché una oleada de poder para descubrir de quien se trataba... Katherine? Abrí la puerta fingiendo no haber sentido nada, quería saber que pretendía hacer aqui.
- Hola - saludé a Bonnie sonriendo de lado.

Miré todo desde el piso de arriba, con curiosidad

- Hola - dije, sin expresion. - ¿Puedo pasar? - pregunté. - Necesito hablar de algo contigo.

Asentí y me hice a un lado para que entrara, cerré la puerta cuando ya estaba adentro. Eché una fugaz mirada al piso de arriba, donde noté a un pequeño gato blanco. Katherine.
- Entonces... de que quieres hablar? - pregunté.

- ¿Que pasó el otro dia en el cementerio, Damon? - pregunté, frialmente.

Pusé los ojos en blanco, me daba igual que supiera la historia o no, pero no tenía ganas de contarsela.
- Es muy largo, si te interesa preguntaselo a mi hermanito - dije restandole importancia.

- No quiero ser cotilla, pero… ¿Incumbe a Elena? – dije, ignorando su comentario sobre Stefan. Tragué saliva, nerviosa.

Hicé una pausa.
- No creo - me limité a responder. - Algun otra cosa? - pregunté alzando una ceja.

Mire la escena, me removi incomoda, me levante y sali por la ventana. cuando cai, sobre mis patas de gatito. empece a caminar tranquilamente

- No, nada más... - susurré, volteandome para dirigirme a la puerta, cuando vi a un gatito blanco saltar por la ventana. Me asomé corriendo, preocupada, ya que la ventana estaba un poco alta para un gato de esas medidas, pero cuando me asomé ya no habia nada. - ¿Has visto eso? - pregunté, incredula.

Estaba por el bosque cuando vi a un gatito blanco, muy tierno en realidad, lo tomé en brazos
-aww eres el gatito mas lindo que e visto en mi vida- dije con ternura, giré sobre mis talones, dispuesta a ir a casa.

una chica desconocida, me tomó en brazos, suspiré, este seria un laaargo día

Miré a Bonnie y asentí, desde el lugar donde estaba. Ese gato... Katherine seguramente. Observé la ventana pensativo... bueno, al diablo con ser paciente y esperar, averiguaría que estaba haciendo alli.
Salí de la casa, sin darle mucha importancia a que si Bonnie me seguiría o no.
Seguí al gato, hasta que una chica lo alzó. Puse los ojos en blanco.
- Hola? - dije alzando una ceja, aquel bosque no era un lugar muy visitado.

vi a mi hermano salir, fruncí el ceño y lo seguí, encontrandome con una chica, pusé los ojos en blanco, cansado de esto. miré al gato blanco, era un vampiro. luego a la chica
-es tuyo?- pregunté con curiosidad

Miré a Damon, cuando llegó, pusé los ojos en blanco, luego miré a Stefan, podría apostar a que no sabía quien era..

-no, no es mio- miré a ambos chicos, entrecerrando los ojos -lo encontré. miré a los chicos, de pies a cabeza, apestaban a vampiro -si me disculpan- seguí con mi camino

- Bueno, dudo que sea un gato domestico... - dije y aproveché que siguio caminando para aparecer a velocidad vampirica detras de ella. - ... no te recomiendo llevartelo - dije con un deje amenazante, lo unico que me faltaba, seguir a Katherine y que se la lleven como mascota.

me reí interiormente. pusé mi mejor carita tierna.

Me senté en la cama de Damon, era divertido pensar que estaba en la casa de un vampiro, pero un tanto raro...

bufé -no me das miedo- miré al chico. le di la espalda. no me daba un tonto vampiro engreido y su hermano. llegé a la carretera y miré al gatito
-eres muy tierno- saquémi celular y le tomé una foto

La seguí a velocidad vampirica y rapidamente terminé delante de ella.
- Sabes? Normalmente bebería tu sangre hasta dejarte inconciente, pero para tu suerte, hueles mal, como a... perro mojado - le dije sinceramente y con una sonrisa divertida. - Así que, dame el gato - le ordené con mi don esperando a que me lo entregara, luego podría borrarle la memoria de cualquier cosa rara que haya dicho o hecho.

lo miré. sonreí con suficiencia -chupasangre, chupasangre, qué lastima que no te haz dado cuenta... pero...- dije con un deje divertido, por eso siempre traía verbena conmigo. de un momento a otro, aquel vampiro se encontraba en el piso, yo tenía una estaca lista para clavarsela -no soy tan ingenua como paresco -dije mientras acercaba la estaca peligrosamente, hasta tal punto de empezar a clavarsela -no te vuelvas a acercar, entendido?